Es bastante desalentador saber que quizá uno se esmera tanto por lograr plasmar algo, y busca tantas herramientas y métodos para alcanzar ese anhelado objetivo, más aún, cuando en el camino te encuentras con sorpresas, a veces no muy agradables, el tener que lidiar con esas sorpresas, resulta bastante desapacible. Es cierto que uno debe anteponerse a los cambios e ir un paso adelante, no obstante, se abre la posibilidad de pensar que una parte la sociedad está coludida, y no quiero pecar de paranoico ni nada por el estilo, pero cuando te enteras que por ejemplo en temas de salud hay una brecha tan inmensa y una discrimación terrible, comienzan a entrar las dudas.
Sepa usted desocupado lector que en este país para cotizar en planes de salud de manera privada, si eres mujer o adulto mayor, puedes pagar hasta 5 veces lo que pagaría un cotizante adulto joven y masculino. Siendo que si cotizan en un plan de salud publico no habría discriminación.
Pero, ¿Qué pasa con la gente que accede a estos planes de salud privados?, esa gente que se adhiere a ese tipo de servicios busca atenderse de manera más cómoda o quizá busque cubrir con su plan, enfermedades que el sistema de salud público no cubre. Sin embargo, hay bastantes trabas que existen al momento de acceder a un plan de salud privado, como todas aquellas preexistencias que pueden tener personas con enfermedades congénitas, hereditarias o incluso crónicas, que tienen que pagar más en su plan, y que poco les favorece. Con esto quiero decir que un individuo que accede a estos planes de salud y que esta abortando la idea de estar en un plan colectivo de salud está formando parte de una estafa y un negocio bastante corrupto.
El servicio de salud público a pesar de que tiene bastantes falencias, no hace distinciones, ni discrimina a nadie por su condición. Es más, en un plan colectivo de salud las cotizaciones que uno hace de manera de que en un futuro pueda atenderse por una eventual enfermedad, las puede ocupar una persona que quizá la esté necesitando ahora. Es así como usted o yo, podríamos estar ocupando parte de las cotizaciones de otras personas para atendernos en un futuro si es que padeciéramos de una enfermedad.
Hay personas en trabajos independientes que no cotizan en un sistema público por que dicen que es un gasto innecesario o que es plata perdida, sin embargo no ven el riesgo de que en un futuro no puedan acceder a un tratamiento digno u oportuno. Si cambiáramos la manera de de pensar y fuéramos una sociedad menos individualista el sistema público funcionaría mejor. Sabemos que hay una falta enorme de infraestructura y profesionales de la salud, así como también conocemos la enorme falta de compromiso social por parte de algunos.
Se envió un proyecto de ley al parlamento por las tremendas injusticias que ha cometido y siguen cometiendo las Isapres con sus consumidores. Dicho proyecto tardará alrededor de 30 días para ser promulgado. Con esto se buscará mejorar varias normas que se han implementado en el sistema público. Pese a esto, no es mucho lo que cambiará y por tanto no es mucho lo que se verán beneficiados los consumidores.
Si todos aportáramos a un sistema de salud público, y el gobierno aportara los recursos que se merece la salud, es más, si los profesionales de la salud fueran tratados dignamente, y hubieran muchos más profesionales con vocación de servicio la salud en Chile sería de primera categoría.
Mientas tanto conformémonos con las interminables esperas para atendernos, y un vacío legal que afecta mayormente a las personas adultos mayores que cotizan en un sistema privado pudiendo estar en un sistema público en donde no se les discrimina por su condición medica edad o sexo.
Datos: Un hombre adulto joven que cotiza en su sistema de salud privado
Paga alrededor de $35.000 por su plan, mientra que una mujer en edad fértil
Paga $ 95.000, y una persona adulto mayor puede pagar la suma no menor de $145.000
. Un porcentaje considerable de cotizantes en sistemas de salud privado son de clase media y no de sectores acomodados como muchos pensarían. La mayor parte son adultos mayores.
Me gustó mucho tu ensayo y tu forma de redacción. Permites que al leer el tema parezca familiar, y sea entendible para todo lector, pese a ser un tema complejo de abordar. Concuerdo contigo en las ideas centrales también...ojalá las Isapres ... desarrollen un plan para la enfermedad crónica de esta sociedad: el individualismo. De todas maneras, no creo que lo hagan, y si lo hacen, sería muy caro. Bueno, no tanto para nosotros, somos hombres jóvenes =P, pero para otros sí que lo sería.
ResponderEliminarUn abrazo, y leeré el resto de las publicaciones.