Oda a este miércoles que me cobijó cual oasis cobija a sus solitarios visitantes, pues ha sido hoy este día glorioso que me ha dado la razón de pensar y la oportunidad de hacer un alto en el ajetreo del día a día. Miércoles amigo, tú que guardas prudencia, tú que estás en mitad del camino.
Tú que invitas a la reflexión, te agradezco profundamente por dejarme un minuto de introspección y madurez, derriba los malestares de los días que pasaron, y abre paso para los días que vendrán. Miércoles de calma, déjame envolverme en las redes de lo irrefutable.
por Felipe Arcos
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